Bartlett en Jerusalén
Bartlett es el emblema del antiguo régimen, que en el 2018 pretende regresar disfrazado.
Bartlett es el Eichmann mexicano. No por la magnitud de sus atribuidas fechorías, sino por la banalidad –como lo expuso Hannah Arendt– de su sumisión. Es el burócrata insensible por antonomasia, incapaz de tomar decisiones pro bono que contravengan las órdenes de un régimen despótico, un centinela mediocre. Así es como se gesta el mal; no ostenta una ca…
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