Convulsión en la cuna,
Como el grito del viejo,
Aquella madrugada,
Tres días y dos siglos antes,
Conjuro de vida y muerte:
La sangre será tu brío,
La noche tu mañana.
Así, la tierra evoca el hechizo,
Que nos engendró,
Y nos amamanta.
Y volverán a estremecerse,
Los volcanes y el agua,
Y nos seguiremos matando.
Tus niños y ancianos, perros y plantas
No murieron, muertos estaban.
En tu mes rojo, tu cuna maculada
Volvió a sacudirse,
Sobre el lago del alma,
Para que murieran y renacieran
Tus demonios y dioses,
Tus patriarcas:
Brujos e indias,
Blancos peninsulares,
Caciques y traficantes,
Conjuradores, migrantes,
Diablos de arcilla.
En este ombligo de luna, cráter empantanado,
La muerte es vida, la sombra sustancia.
Temblará de nuevo,
Y los padres caerán, y los hijos sangrarán,
Como sangran sus armas,
Pues morir aquí es nacer
... y seguir viviendo.