Debilidades del régimen
Tampoco tendrá un día de campo en este archipiélago que hemos convenido en llamar México.
Uno de los consejos que he podido recoger de grandes disidentes de regímenes autoritarios –ya sea de su propia voz o de la de sus biógrafos y estudiosos– es no obedecer anticipadamente al régimen. Es decir, no acomodarse.
Cuando los disidentes dicen que no hay que acomodarse, quieren decir que no vale tener miedo. Quienes deseen resistir a la hidra mexicana deben de empezar a medir al régimen, analizarlo detenidamente. Con el paso del tiempo podremos imaginar salidas.
El régimen tiene en efecto muchas ventajas: las armas, la ley, los medios, los oligarcas, los criminales y hasta a la misma oposición, sin olvidar por supuesto al pobre Pueblo. Pero también tiene muchas desventajas –endógenas y exógenas– que vale la pena ir teniendo en cuenta. Anoto diez, esperando como siempre leer las de ustedes:
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