El financiamiento de las autocracias

Las dictaduras no se sostienen exclusivamente con mecanismos políticos o coercitivos. Hay un elaborado aparato financiero que les permite blindar su sobrevivencia. Escribe Raudel Ávila.

Debo a Luis Rubio el obsequio de Autocracy Inc., el nuevo libro de Anne Applebaum. Applebaum es una historiadora de talla mundial que ganó prestigio académico con su obra Iron Curtain y se convirtió en una analista política bestseller gracias a sus artículos en Washington Post y The Atlantic. Sobre todo, ella se consagró como una garantía de éxito editorial con su libro Twilight of Democracy, la menos rigurosa de sus obras en términos intelectuales, pero la más exitosa en términos de ventas. Ahora regresa con un libro que yo tenía muchas reservas de leer pero que disfruté inmensamente.

Autocracy Inc no es otro título más en la ya larguísima bibliografía mundial de populismo, autocracias y retroceso de la democracia liberal. Aporta un ángulo novedoso en la medida que no es una simple metáfora para dar título al texto, sino que Applebaum rastrea los mecanismos de financiamiento de las autocracias. Así, la autora demuestra que el ascenso y consolidación del régimen de Vladimir Putin nunca hubiera sido posible sin la complicidad de la banca occidental, que le permitió lavar dinero a él y toda la oligarquía rusa. Para más señas, lavar dinero extraído de las arcas gubernamentales rusas. Para nadie es un secreto, además, que la oligarquía rusa estableció un matrimonio feliz con la mafia del mismo país: narcotraficantes, extorsionadores, traficantes de personas y secuestradores. Todos esos grupos compraron residencias de lujo en Londres y otras capitales europeas sin mayor problema con las autoridades hacendarias de esos países.

De igual manera, Applebaum exhibe cómo el régimen venezolano apuntaló su dictadura bananera gracias a que Estados Unidos nunca dejó de comprarle petróleo y a que aplicó selectivamente las sanciones que supuestamente le impuso por violaciones de derechos humanos. Además, el libro describe la trayectoria de una serie de transferencias financieras de Irán (sí, a mí también me sorprendió, Irán) hacia Venezuela para mantener vivo el régimen chavista en sus momentos de mayor debilidad. Y así sucesivamente en un larguísimo etcétera