Una vez concluida la farsa revocatoria –y más allá de interpretaciones subjetivas sobre si ganó o perdió el presidente–, se avizora la próxima elección presidencial. De cara al 2024 existen dos prioridades. La primera es que sobreviva la democracia electoral. Esto es, que al menos se garanticen elecciones libres con un árbitro imparcial, pues sabemos qu…
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