La FIL como voluntad y representación
Es un despropósito evaluar a la FIL por algo que no es. Si se juzga por su verdadera función, es un éxito que debería ser emulado. Escribe Raudel Ávila en su columna dominical.
Todos los años escucho la misma queja. La gente de derecha dice que la FIL Guadalajara es chaira. La gente de izquierda dice que es neoliberal. Los derechistas se quejan por la participación de plumas simpatizantes del obradorismo. Los izquierdistas enfurecen por la presencia de los grupos Nexos, Letras Libres, y ocasionalmente el escritor Mario Vargas Llosa.
Mi opinión es que la dirección de la feria hace un muy buen trabajo en la medida que incluye ambas posturas, pues refleja con fidelidad la polarización de la limitadísima vida intelectual mexicana. El papel político de la feria es abrirse a todas las voces del mundo cultural mexicano y por más rabietas que hagan la izquierda y la derecha, cumple razonablemente con ese cometido.
Ahora bien, la feria incrementa el consumo de libros, pero no sabemos si aumenta el número de lectores. No conozco indicadores de seguimiento a los estándares de lectura ya no digamos en Jalisco, sino en Guadalajara, sede de la FIL. ¿La Feria crea lectores: aumenta el número de libros leídos per capita?
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Disidencia para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.