La hostilidad de López Obrador a la meritocracia y al aspiracionismo no es nueva ni surgió como reacción a Xóchitl Gálvez. Ella es apenas su más reciente destinataria. Al obradorismo nunca le han gustado las historias de éxito personal y movilidad social. No importa de quién se trate, qué tan habituales sean en el país, o qué tanto una persona haya avan…
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