Narcoterroristas
¿A quién perjudica la designación de los cárteles como terroristas? Regresa la columna de Óscar Constantino a Disidencia.
Donald Trump ha puesto sobre la mesa una amenaza contundente: designar a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés). Una medida que, en teoría, busca golpear al crimen organizado, pero que también podría desatar una tormenta de consecuencias para México. La pregunta no es sólo qué pasará, sino a quién beneficia y a quién perjudica esta designación.
Las reglas del juego cambian
Si los cárteles son etiquetados como FTO, Estados Unidos tendría la justificación legal para realizar operaciones militares directas contra ellos. Esto incluye ataques con drones, bombardeos selectivos y operaciones encubiertas, algo que México no ha enfrentado en su territorio desde hace más de un siglo, ya que la última invasión estadounidense fue en 1914, en Veracruz.
Aunque una invasión abierta es poco probable (nadie espera seriamente que los Rangers invadan Culiacán, Guadalajara o Monterrey), la simple clasificación confirmaría la complacencia del gobierno de Sheinbaum, que invoca la soberanía y el respeto a México pero permite el cobro de derecho de piso, las masacres, trata de personas y otros delitos cometidos por el crimen organizado.
Además, las agencias estadounidenses como la DEA y el FBI tendrían vía libre para aumentar su presencia en México, reforzando un control extranjero disfrazado de cooperación.
El golpe al dinero y las remesas
La designación como FTO también traería un impacto económico severo. Estados Unidos congelaría activos de los cárteles y sus asociados, y bloquearía su acceso al sistema financiero internacional. Sin embargo, esto no afectaría sólo a los criminales: millones de mexicanos que dependen de las remesas también podrían enfrentar restricciones.
Las remesas son el segundo ingreso más importante de divisas para México, sólo después de las exportaciones no petroleras. Si se limitan bajo el argumento de prevenir lavado de dinero, la economía doméstica sufrirá un golpe devastador, afectando a familias enteras que dependen de este recurso para sobrevivir.
Por otro lado, periodistas, abogados, contadores, empresarios o cualquier persona que interactúe con los cárteles podría ser acusada de “apoyo material al terrorismo”, generando inquisiciones y cacerías de brujas en sectores clave de la sociedad mexicana.
Un pretexto para más muros
Estados Unidos podría usar esta medida como una excusa para endurecer aún más las políticas fronterizas. El relato sería claro: “México alberga terroristas”, justificando restricciones que afectarían el comercio, el tránsito de personas y las relaciones bilaterales.
¿Quién gana con esto?
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Disidencia para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.