Otra vez los intelectuales
La reacción del régimen al desplegado de algunos intelectuales y miembros de la comunidad cultural a favor de Xóchitl, fortaleció a la oposición. Escribe Raudel Ávila en su columna dominical.
Apenas hace dos semanas escribí sobre este tema y aquí está de nuevo. Esta semana se publicaron dos desplegados firmados por intelectuales, “miembros de la comunidad cultural” dicen ahora. Uno a favor de Xóchitl Gálvez y otro a favor de Claudia Sheinbaum. La verdad sea dicha yo tenía la impresión de que, sobre todo el primero, pasaría inadvertido. El presidente de la República se encargó de que no fuera así, atacándolo en la mañanera y dando línea a sus propagandistas, incluidos los de Movimiento Ciudadano, para atacarlo. Me sorprendió sinceramente en la medida que yo considero (todavía hoy después del incidente), que el peso electoral de los intelectuales es mínimo. No sólo porque ellos sean una comunidad muy pequeña en México, sino porque quienes los siguen y los escuchan también son una comunidad reducidísima. ¿Cuánta gente podía leer ese desplegado en el mejor de los casos? ¿200 mil personas? ¿300 mil personas? En un país de 120 millones representa menos del 1% de la población. Si el presidente los hubiera ignorado, la nota hubiera sido comentada de paso en la prensa uno o dos días y ya. No, López Obrador la difundió por todo lo alto, la atacó, hizo que atacaran a los firmantes y además produjo un documento similar para la candidata oficialista. Una calca. No sé qué ganó con eso más allá de satisfacer su ego. En términos electorales fortaleció a la oposición y se mostró atemorizado de su capacidad de convocatoria. Desde luego esto es una percepción, puede que no haya sido así, pero la percepción en política es clave y esa es la que generó.
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