Debemos analizar las reacciones de Marko Cortés y de Alito Moreno ante los resultados de la elección del 2 de junio, y darnos cuenta que siempre hubo una desconexión entre lo que esperábamos un grupo amplio de votantes de oposicion y el escenario mucho más conservador (realista) de las dirigencias partidistas.
Esas dirigencias sabían que sus partidos no tenían ya la capacidad organizativa de antaño, que no había chance de ganarle a Morena y que esta elección iba a ser el reflejo de la caída que han venido teniendo como organizaciones políticas. Dicho de otra forma, los dirigentes tuvieron en la derrota su recompensa personal, que era exactamente la que habían proyectado.
Los votantes de oposición debemos darnos cuenta que el PRI y el PAN no tienen la fuerza necesaria, ya no para derrotar a Morena, sino para al menos ser una oposición funcional. Están secuestrados por grupos partidistas y eso los define y limita.
La siguiente parada es la elección del 2027, el tiempo sigue corriendo y es urgente organizar un frente opositor ciudadano, sólido, crítico y propositivo ante los difíciles siguientes años que viviremos.
De acuerdo Pablo, el 27 sería todavia más complicado electoralmente. Tristemente no hay forma de sustentar una esperanza en los partidos políticos ni en el árbitro electoral.
Me deja pasmado la tibia reacción de la oposición frente a los cambios que busca implementar la 4T en septiembre. No veo liderazgos opositores decididos a contemplar todas las alternativas (desobediencia civil, protestas, paros, cierres, etc.) para enfrentar al régimen autoritario con audacia e inteligencia.
Parece que quedará solo el espacio para una poco probable autocontención del gobierno de Sheinbaum en vista de un escenario económico adverso para el próximo año.
Desde 2022 estuve opinando a amigos y a algunos "analistas" que para conocer con más precisión lo que los electores querían como candidatos y consecuentemente, futuros gobernantes, la Oposición "debía" hacer Estudios Psicológicos a muestras científicamente calculadas en cuanto a sus tamaños y, con preguntas sencillas e inteligentes, obtener los perfiles que se requerían para ganar, así como las estrategias que "debían" tener las campañas. Sigo sin entender, porqué prefirió, prefiere y posiblemente preferirá utilizar sus "sagaces" (?) análisis para saber lo que la gente quiere.
Debemos analizar las reacciones de Marko Cortés y de Alito Moreno ante los resultados de la elección del 2 de junio, y darnos cuenta que siempre hubo una desconexión entre lo que esperábamos un grupo amplio de votantes de oposicion y el escenario mucho más conservador (realista) de las dirigencias partidistas.
Esas dirigencias sabían que sus partidos no tenían ya la capacidad organizativa de antaño, que no había chance de ganarle a Morena y que esta elección iba a ser el reflejo de la caída que han venido teniendo como organizaciones políticas. Dicho de otra forma, los dirigentes tuvieron en la derrota su recompensa personal, que era exactamente la que habían proyectado.
Los votantes de oposición debemos darnos cuenta que el PRI y el PAN no tienen la fuerza necesaria, ya no para derrotar a Morena, sino para al menos ser una oposición funcional. Están secuestrados por grupos partidistas y eso los define y limita.
La siguiente parada es la elección del 2027, el tiempo sigue corriendo y es urgente organizar un frente opositor ciudadano, sólido, crítico y propositivo ante los difíciles siguientes años que viviremos.
Estoy totalmente de acuerdo, Ulises. Lo que no sé es si habrá elecciones libres el 27.
De acuerdo Pablo, el 27 sería todavia más complicado electoralmente. Tristemente no hay forma de sustentar una esperanza en los partidos políticos ni en el árbitro electoral.
Me deja pasmado la tibia reacción de la oposición frente a los cambios que busca implementar la 4T en septiembre. No veo liderazgos opositores decididos a contemplar todas las alternativas (desobediencia civil, protestas, paros, cierres, etc.) para enfrentar al régimen autoritario con audacia e inteligencia.
Parece que quedará solo el espacio para una poco probable autocontención del gobierno de Sheinbaum en vista de un escenario económico adverso para el próximo año.
Desde 2022 estuve opinando a amigos y a algunos "analistas" que para conocer con más precisión lo que los electores querían como candidatos y consecuentemente, futuros gobernantes, la Oposición "debía" hacer Estudios Psicológicos a muestras científicamente calculadas en cuanto a sus tamaños y, con preguntas sencillas e inteligentes, obtener los perfiles que se requerían para ganar, así como las estrategias que "debían" tener las campañas. Sigo sin entender, porqué prefirió, prefiere y posiblemente preferirá utilizar sus "sagaces" (?) análisis para saber lo que la gente quiere.