A un paso de la próxima elección presidencial, regresa el habitual deseo de un salvador, una persona que, combinando voluntad y proyecto, salve a México de la adversidad. Seguimos inmiscuidos en el relato de redención, independientemente del bando que lo propugne. El obradorismo ofrece prolongar la promesa de una ilusión que no se hizo realidad; la opos…
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