Xóchitl rumbo al debate
La candidata opositora deberá dejar muy claro que en esencia se enfrentan dos modelos de liderazgo.
Esta noche tendrá lugar el primer debate entre las dos candidatas presidenciales. Desde luego, para el momento en que usted lea estas líneas, cada equipo ya tendrá perfilada su estrategia (es un decir). Mi apreciación es que, en vista de que habrá más debates, la prioridad de la candidata opositora Xóchitl Gálvez debería ser darse a conocer. A decir de varias encuestas, todavía hay un porcentaje significativo de la población que no la ubica ni por nombre ni por fotografía. Ya va tarde, pero sería entonces el momento de aprovechar para darse a conocer no como la vendedora de gelatinas, sino como la servidora pública eficaz que llevó servicios a las regiones indígenas más apartadas del país. Es llamativo para mí que sus asesores no han destacado nada en la trayectoria pública de Gálvez. No hay ningún spot, ningún discurso, ninguna columna de opinión que informe sus logros y éxitos al frente de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Nadie nos ha informado qué iniciativas memorables propuso en el Senado, en cuál comisión desempeñó un trabajo significativo ni cuáles leyes se aprobaron gracias a sus gestiones de negociadora. No se pasa por el Senado sin adquirir aprendizajes políticos valiosos y adquirir experiencias aleccionadoras con grandes figuras de México y del extranjero. Se ganan destrezas para la conciliación, la negociación y el acuerdo. Gálvez podría hablarnos de esto y mucho más. No lo ha hecho.
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